
Letur, está construido y asentado sobre una gran cascada de roca que se ha ido formando por las fuentes que van cargadas de calcio y que se precipitan y forman las tobas y travertinos.
La toba es un tipo de roca muy porosa formada por la precipitación del carbonato cálcico disuelto en el agua que se acumula en elementos tales como musgos, algas o restos vegetales que son fosilizados. Las tobas y travertinos de Letur, un paisaje impresionante por sí mismo, son un ejemplo de historia geológica relativamente continua desde el Mioceno superior hace 7 millones de años aproximadamente, hasta la actualidad. Hay partes que siguen creciendo y podemos considerarlas que están vivas.
La rica flora de Letur confiere a su paisaje una belleza muy especial, que se convertirá en un paraíso para los amantes de la naturaleza y del turismo rural.
Su fauna también es variada, y se encuentra en aumento gracias a la preservación de las especies naturales, una de las especies que más destaca es la nutria, pero también numerosos peces de río como las truchas o el barbo, así como una gran variedad de ardillas en sus riberas, mientras que en los montes podemos encontrarnos con cabras montesas, jabalíes, tejones, garduñas y ginetas entre otros.
En cuanto al entorno natural de Letur, cabe destacar un recorrido por un camino de herradura llamado Camino de Los Cantalares, que rodea al peñón en el que se enclava la villa, donde nos podemos recrear con las vistas de su maravillosa huerta y los huertos con sus hormas y acequias que son una de sus mayores joyas por su paisaje y valor histórico.